jueves, 9 de junio de 2011

Editorial Por soborno, capturado Ramón Ballesteros en la sala de audiencias de la Corte Suprema de Justicia.

Con un video contundente, donde el jurista Ballesteros ofrece $100.000 USD  a David Hernández López, testigo en el caso de la parapolítica, se abre otra investigación de desprestigio contra miembros de la Corte suprema de Justicia. El turno ésta vez es para el ex congresista Luis Alberto Gil, quien es el defendido de Ballesteros y el cual habría salido beneficiado si Hernández hubiera accedido a la petición de su abogado declarando a su favor, pero comprometiendo al magistrado auxiliar de la Sala Penal, Iván Velásquez, como la persona que ejerció presión para que declarará en contra suya.

Los hechos hablan por sí solos, En el video grabado el pasado 9 de febrero en un aeropuerto de los Estados Unidos, Ramón Ballesteros no solo pedía a Hernández una declaración favorable en el caso de Luis A. Gil, también advirtió al testigo que si no lo hacía, Rodrigo Pérez, ex paramilitar conocido como “Julían Bolivar”, actuaria en contra de su familia.  Así se demuestra que su labor de defensor, no se limita a defender la verdad en pro de causas justas, al contrario, sus actos revelan un juego sucio que desacredita, una vez más, el papel del abogado en nuestro país.

A pesar de que Ramón Ballesteros haya aceptado los cargos en su contra por soborno, dice el no pertenecer a organizaciones criminales. ¿Acaso sobornar e intimidar a un testigo clave en un caso tan espinoso como lo es la “parapolítica” lo excluye de pertenecer a un grupo criminal?

Nuevamente el intento por desprestigiar a un miembro de la Corte Suprema se frustra, es claro que en su intento por “salvar” a su defendido, el abogado Ballesteros buscaba poner en tela de juicio al magistrado auxiliar Julián Velásquez, responsabilizándolo por actos de los cuales él, (Ballesteros), estaba siendo protagonista.

Por ahora Ramón Ballesteros se encuentra recluido en los calabozos del DAS y se espera que se esclarezcan sus actos como abogado defensor del ya investigado por parapolítica Luis Alberto Gil.

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